Tema del 26/04/07: Claridad

...El tema de hoy tiene que ver con lo rápido que nos trepamos al mecate cuando un chango nos provoca... ojalá que lo que nos provocará fuera solamente risa... pero entre tantos temas que traemos en la cabeza... la mala alimentación que nos damos... las penurias emocionales... o económicas que vamos padeciendo... no es raro que nos alebrestemos a la menor provocación... y salgamos ¡más que a nuestra defensa! ...en favor de nuestro deterioro a recoger la porquería que nos aventaron.

...Como nos creemos merecedores de ella... pues vamos... la recogemos... y... no solo eso... ¡la guardamos! ...y ahí la andamos enseñando a los demás... ¡mira la suciedad que me aventaron! ...no me gusta como huele... pero... la traje para la casa... o para el trabajo... o de relación en relación... ahí andamos cargando con la porquería de arriba para abajo.

...Necesitamos bajarle a nuestro nivel de estrés, para no tomarnos tan enserio la idiosincrasia de los demás... aquí cabe una regla de oro que es infalible... es el secreto de los que siempre salen ganando... de los que saben lo que valen... de los que tienen humor... o más bien... ¡mucha inteligencia! ...el secreto esta en

'no darse nunca por ofendido'

...Imaginemos la cantidad de situaciones que nos evitaríamos si no nos diéramos por ofendidos, si tan solo recordáramos esa regla... nos libraríamos de ¡tantas complicaciones!

...Para que esa regla nos quede bien grabada, hay que recordar otro principio que es hermoso

'la gente escupe... según lo que haya comido'

...Los que escupen amargo, es porque en su casa hay mucho alimento amargo... ahora bien... si no los vamos a ayudar... es mejor ignorarlos, ¡ya la han pasado muy mal!

...Inhalo concentrado en lo que siento... exhalo... dejo que las cosas fluyan.

...Sería interesante, al menos como experimento poner en práctica por una semana... sin excusa la regla de oro

...'no darte nunca por ofendido'
...digan lo que digan los demás.

...La ofensa no es nada si nosotros la ignoramos.

*-.*.-* NAMASTÉ *-.*.-*
El ofendido que nos enfurece ni resiste y no escapa, demuestra más fuerzas de ánimo, más dominio de sí, más verdadero heroísmo que aquel que en la ceguera de la furia se lanza sobre el ofensor para restituirle doblado el mal recibido.