...Hoy vamos a hablar y... a enfrentar una típica y desgastante situación que nos sucede a muchos, por el simple hecho de no saber cerrar círculos... el interminable pasado.
...Es escalofriante cuando llevamos un buen tramo del camino avanzado, y en una curva inesperada reaparece el retorcido fantasma del pasado... ahí es cuando cobra sentido el dicho que: cuando apagues la fogata, te asegures de no dejar ninguna bracita encendida.
...Es sin ninguna duda un hecho tortuoso, sobre todo cuando uno ya había abierto nuevos caminos, nótese que podemos estar hablando lo mismo de una situación amorosa, en donde todavía tenemos entrelazados nuestros hilos energéticos; es decir, que secretamente guardamos una sucia esperanza... o de una situación donde hayamos sido injustos o abusivos con alguien y la conciencia nos atormenta... o alguien haya sido injustos con nosotros... también puede ser de un tratamiento para aliviarnos que para variar hayamos dejado a medias y, cual monstruo reaparece el padecimiento con más fuerza, etcétera, cualquier situación que no hayamos resuelto por completo, tarde o temprano reaparece y arde.
...Observemos como es la vida, ese movimiento continuo... ininterrumpido... fluido... donde hay sincronía y espontaneidad, la regla de oro para integrarnos, es liberando nuestra atención y energía del pasado... ¿cómo? ...perdonando... perdonando y soltando a aquellos que nos han lastimo o incluso... perdonándonos a nosotros mismo.
...Esa acción restaura nuestra vitalidad... despertando en nosotros un conocimiento superior de vida; ciertamente nada positivo sacamos de estarle rascando a las heridas, simplemente estamos obstruyendo la prosperidad de nuestras vidas.
...Vamos a recordar con posturas toda la abundancia que hay en el presente.
...Si tenemos situaciones pendientes, conviene cerrar propiamente los círculos, antes de que los círculos nos encierren a nosotros y, nos impidan abrir otros de manera exitosa; no cerrar círculos es perder el tiempo presente, anclado en el pasado... es vivir esclavizado a momentos tristes o felices, cuando vamos creyendo que nuestra vida y nuestro potencial no dan para más, si sentimos que no podemos solos... busquemos ayuda profesional.
...La frase de la semana dice "Si la vieja herida sangra, no es vieja"
...Es escalofriante cuando llevamos un buen tramo del camino avanzado, y en una curva inesperada reaparece el retorcido fantasma del pasado... ahí es cuando cobra sentido el dicho que: cuando apagues la fogata, te asegures de no dejar ninguna bracita encendida.
...Es sin ninguna duda un hecho tortuoso, sobre todo cuando uno ya había abierto nuevos caminos, nótese que podemos estar hablando lo mismo de una situación amorosa, en donde todavía tenemos entrelazados nuestros hilos energéticos; es decir, que secretamente guardamos una sucia esperanza... o de una situación donde hayamos sido injustos o abusivos con alguien y la conciencia nos atormenta... o alguien haya sido injustos con nosotros... también puede ser de un tratamiento para aliviarnos que para variar hayamos dejado a medias y, cual monstruo reaparece el padecimiento con más fuerza, etcétera, cualquier situación que no hayamos resuelto por completo, tarde o temprano reaparece y arde.
...Observemos como es la vida, ese movimiento continuo... ininterrumpido... fluido... donde hay sincronía y espontaneidad, la regla de oro para integrarnos, es liberando nuestra atención y energía del pasado... ¿cómo? ...perdonando... perdonando y soltando a aquellos que nos han lastimo o incluso... perdonándonos a nosotros mismo.
...Esa acción restaura nuestra vitalidad... despertando en nosotros un conocimiento superior de vida; ciertamente nada positivo sacamos de estarle rascando a las heridas, simplemente estamos obstruyendo la prosperidad de nuestras vidas.
...Vamos a recordar con posturas toda la abundancia que hay en el presente.
...Si tenemos situaciones pendientes, conviene cerrar propiamente los círculos, antes de que los círculos nos encierren a nosotros y, nos impidan abrir otros de manera exitosa; no cerrar círculos es perder el tiempo presente, anclado en el pasado... es vivir esclavizado a momentos tristes o felices, cuando vamos creyendo que nuestra vida y nuestro potencial no dan para más, si sentimos que no podemos solos... busquemos ayuda profesional.
...La frase de la semana dice "Si la vieja herida sangra, no es vieja"
*-.*.-* NAMASTÉ *-.*.-*
No dejes que el pasado interfiera en tu presente, porque tu futuro está en las manos de éste. Depende de ti.
***
No perdáis vuestro tiempo ni en llorar el pasado ni en llorar el porvenir. vivid vuestras horas, vuestros minutos. las alegrías son como flores que la lluvia mancha y el viento deshoja. Edmond Gouncount
No hay comentarios.:
Publicar un comentario